Corría el año de 1864 cuando el 13 de mayo, un grupo de tres mil franceses comandados por el Conde de Potier y 800 mexicanos conservadores al mando de Tovar llegaron a Nochistlán provenientes de Guadalajara y atacaron el poblado, el jefe de la plaza el Coronel J. Jesús Mejía, junto con un grupo limitado de 75 militares y civiles valientes hicieron frente al ejercito desde las azoteas de la parroquia y de otros edificios aledaños, el cruel enfrentamiento duro alrededor de 5 horas hasta que los nochistlenses fueron derrotados, contándose entre muertos en combate y fusilados 104 nochistlenses. Los invasores después de la batalla se dedicaron a la rapiña, dejando al pueblo completamente pobre.
Otros nombre que sobresalieron por su arrogo y valentía fueron Leocadio González Comandante, Bruno portillo, Juan Álvarez y Santos Oropeza quienes heridos seguían en batalla salvaguardando el honor y la soberanía de Nochistlán.
Es por esta defensa heroica que se erigió un monumento en el cual están escritos los nombres de los valientes que participaron en la batalla y se nombró ciudad heroica a Nochistlán.